Lugar: Zarza de Granadilla (Cáceres)
Nombre vulgar: achicorea,
achicoria, achicoria borde, achicoria brava, achicoria de balea, achicoria de
burro, achicoria de hojera, achicoria negra, achicorias amargas, aguachicoria,
almeirón, almerón, almirones, almirón, almirón de Andalucía, amargón,
azapuerco, azuletes, baleo, camaroja, camarrojo, chicoreta, chicoria, chicoria
amarga, chicoria azul, chicoria blanca, chicoria común, chicoria de botica,
chicoria loca, chicoria negra, chicoria silvestre, cicoria, endivia silvestre,
escamarroja, escarola, escoba rastrera, farinera, jarritas, lecheriega,
lecherina, mamporrina, mazapuerco, pan y queso, pichones dulces, pimpolla,
porrinos, radicheta, ripias, salcillo, ternasol, ternasoles, ternillo, yerba
del café.
Floración: de abril a mayo.
Crece: prefiere suelos bien
drenados, no necesariamente fértiles y ambientes soleados.
Distribución: procede
originariamente del Viejo Mundo, donde se reproduce de manera silvestre en los
prados y campos en barbecho, así como a la vera de los caminos. En Europa se
cultiva especialmente en el norte de Francia, Bélgica, Alemania y España.
Observaciones: las hojas de la
achicoria silvestre son amargas. Su amargor, por raro que parezca, es apreciado
culinariamente en algunas regiones italianas como Liguria y Puglia y también en
Cataluña, Grecia y Turquía. Las escarolas propiamente dichas son un cultivo de
temporada fría, son mucho más resistentes al frío que la lechuga. Necesitan una
buena fertilidad en el terreno pero no son exigentes en cuanto a las
condiciones del suelo y van bien en terreno arcilloso.
Desde el siglo XVII la infusión
de su raíz tostada se utiliza como sucedáneo del café o como adulterante de
éste último, un uso particularmente frecuente en las ocasiones en que las
restricciones al transporte impidieron la importación de productos tropicales y
que llevó a la expansión de su cultivo durante las Guerras Napoleónicas.
Como vegetal de ensalada su uso
se remonta sólo al siglo XIX, pues el marcado sabor amargo de la intibina que
contiene hace que las hojas maduras no sean por lo general aptas para el
consumo. Una variedad nativa del norte de Italia, conocida como radicchio muestra hojas muy distintas,
formando un cogollo denso de color violáceo, provocado por la antocianina, el
mismo compuesto que da su color a las flores, que se consumen también como
vegetal de ensalada o cocidas a la plancha.
Las hojas de esta planta son uno
de los ingredientes del preboggion, mezcla de hierbas típica de la cocina de
Liguria.
Desde un punto de vista medicinal, estimula el
funcionamiento adecuado del hígado, estimula la secreción de bilis, desintoxicante
y depurativa (colagogos y coleréticos), cicatrizante, sedante, diurética, expulsión
de gusanos intestinales.
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