viernes, 18 de mayo de 2018

Conium maculatum L. (Fam. Umbelliferae) - Cicuta, cañaheja mala, perejil de burro, ...

 
 
 Lugar: paraje El Paso - Úbeda (Jaén)

Nombre vulgar: acebuda, acedura, anises, azecuta, budoños, canaveira, caneja, canerla, cañaeja, cañafierro, cañafleja, cañafloja, cañaheja, cañaheja mala, cañaherla, cañahierla, cañahierra, cañahierro, cañahueca, cañajierra, cañaleha, cañaleja, cañaloca, cañas hierras, cañasiero, cañaveira, cañaveleira, cañavera, cañigarro, cañiguerra, cañonceja, cañuelaceguta, capazos, cecuta, ceguda, ceguta, chicuta, chifletes, cibuta, cicuta, cicuta manchada, cicuta mayor, cicuta menor, cicuta no fétida, cicuta oficinal, ciguda, ciguta, diversa de la ferula, dibleto, droga, embude, embudejo, embudos, embue, entremisa, falsa cicuta, floridos, hierba loca, huelemanos, jecuta, linojo, mastrancho, mexacan, perejil lobuno, pereil lobuno, perejil bravo, perejil de burro, perejil de las brujas, perejil de macho, perejil de perro, perejil de sapo, perejil de tontos, perejiles, perejil montisco, perejilón, perejil silvestre, sarnosa, secuta, siblatos, tetas de embudo, yerba cicuta, zecuta.

Floración: de marzo a agosto.

Crece: ruderal, viaria, bordes de cursos de agua, prefiere suelos algo húmedos; 0-1450 (1600) m.

Distribución: por la mayor parte de la Península Ibérica y Baleares.

Observaciones: toda la planta contiene alcaloides, entre los que se destacan glucósidos flavónicos y cumarínicos y un aceite esencial, además de la coniceína y la coniína (también llamada conina, conicina o cicutina) una neurotoxina que inhibe el funcionamiento del sistema nervioso central produciendo el llamado “cicutismo”. Su ingestión puede suponer un riesgo para la salud. El efecto de esta toxina es semejante al curare. La concentración de la misma varía según la etapa de maduración y las condiciones climáticas, encontrándose principalmente en los frutos verdes (0,73-0,98 %), seguidos de los frutos maduros (0,50 %) y hallándose en menor proporción en las flores (0,09-0,24 %).
Algunos gramos de frutos verdes serían suficientes para provocar la muerte de un humano (los rumiantes y los pájaros parecen ser resistentes), el caballo y el burro son poco sensibles, pero es un veneno violento para los bóvidos, los conejos y los carnívoros. En el humano, su ingestión provoca durante la hora siguiente trastornos digestivos (especialmente cuando se utiliza la raíz), vértigos y cefaleas, parestesias, descenso de la temperatura corporal, reducción de la fuerza muscular, y finalmente una parálisis ascendente. La muerte puede sobrevenir debido a que las convulsiones y la destrucción muscular produzcan una insuficiencia renal, o debido a las alteraciones que produce en la respiración (acelerándola al principio y deprimiéndola luego), que llevarían a una muerte por asfixia.
Generalmente las intoxicaciones se producen por confusión con otras umbelíferas comestibles (zanahoria, perejil, anís) o por el consumo de animales que se hayan alimentado de dicha planta.
La toxicidad de la cicuta para el hombre se conoce desde épocas remotas. Ya en el juicio a Sócrates desarrollado en Atenas en el año 399 a. C., los fiscales Ánito, persona poderosa en representación de políticos y artesanos, el orador Licón y el poeta Meleto, acusaron al filósofo de negar la existencia de los dioses de la ciudad, obrar contra sus leyes y subvertir a la juventud. Sócrates, que entonces tenía 70 años, fue encarcelado y pocas semanas después obligado a beber una copa de cicuta. La inducción al suicidio mediante la cicuta era un método común en la antigüedad.
La cicuta tuvo otros usos. Fue empleada como solución final en épocas de hambruna y es así que Estrabón (63 a. C.-21 d. C., citado en Diógenes Laercio) refiere que en la isla de Ceos o Zea (pertenecientes a las Cícladas) los hombres mayores de 60 años eran obligados a tomarla (por el bien común) en un sacrificio tendente a que los alimentos fuesen suficientes para el resto de la población. En el siglo pasado fue empleada como antiespasmódica y sedante nervioso y por esto se aconsejaba su uso como antídoto para la estricnina. Aún ahora se usa en la medicina herbolaria aunque sólo adquirible “con receta médica o por prescripción médica o como veneno”.










Palabras clave: flores blancas, hierba, mata, tallo rojizo, hojas verdes.


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