Lugar: Sierra de Las
Nieves (Málaga)
Nombre vulgar: sabina rastrera, sabina terrera, sabina chaparra,
sabina ratiza, sabina real.
Floración: a partir del mes de septiembre y hasta la primavera.
Crece: pinares y matorrales de montaña, crestas y peñascos, en
sustratos silíceos o calizos, aunque prefiere los últimos; (900) 1400-2750 m.
Distribución: mitad este de la Península y Cordillera Cantábrica.
Observaciones: es una planta
muy tóxica. El empleo de la sabina en medicina popular como emenagoga (para
provocar y regular la menstruación) y abortiva se remonta ya a los griegos,
pues nos habla de ella Dioscórides. Debe sus propiedades a un alcohol que
contiene en su esencia, el sabinol; pero su acción es tan violenta que, según
Quer, basta quemar un poco de su leño y aspirar el humo para sentir sus
efectos; debe considerarse mala medicina la que provoca en muchas ocasiones la
muerte; éste es el caso de la sabina, cuyo empleo es sumamente peligroso. Esta
misma esencia sirve, en uso externo, para quitar las verrugas, pues tiene
propiedades cáusticas y vesicantes. También se ha empleado como diurética.
En medicina homeopática se utiliza contra las hemorragias uterinas, la
cistitis, el reumatismo, etc. En veterinaria se emplean las ramitas de sabina
para regular la menstruación y facilitar el parto. En ocasiones se ha cometido
el grave fraude de adulterar con sus trabinas las del enebro común,
obteniéndose una ginebra cuyos efectos son fáciles de imaginar. También el
polen es algo tóxico por lo que hay que evitar en lo posible que lo recolecten
las abejas y fabriquen una miel no apta para el consumo.
Es planta adecuada para su cultivo como ornamental, aunque no es tan
común como otras especies.
Palabras clave: arbusto, matorral, hojas escamas, bolas azules,
rastrera, montaña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario