jueves, 16 de junio de 2016

Hypericum perforatum L. subsp. perforatum (Fam. Guttiferae) - Hierba de San Juan, corazón de ciervo, hierba militar, ...

  Lugar: pinar de Granadilla – Zarza de Granadilla (Cáceres)

Nombre vulgar: corazón de ciervo, corazoncillo, hierba de las heridas, hierba de San Juan, hierba militar, hipericón, tresflorina, sanjuanes, trescalar.
Floración: de mayo a septiembre.
Crece: arvense, ruderal, viaria, en orlas forestales herbáceas, pastizales y prados subnitrófilos, ribazos, etc., en sustratos variados; 0-1900 m.
Distribución: ampliamente distribuida por toda la Península y Baleares.
Observaciones: es una planta medicinal con múltiples aplicaciones. Por ejemplo, su aplicación tópica sirve para acelerar la cicatrización de las heridas.
Sin embargo, las propiedades de esta hierba que más han atraído a los investigadores se vinculan con su uso tradicional para el tratamiento de la depresión leve a moderada y la ansiedad. Esta indicación ha sido validada en las últimas décadas por las agencias de salud de algunos países como Alemania, donde ha sido incluida en la farmacopea oficial, y se prescribe ampliamente con ese propósito terapéutico.
Hypericum perforatum puede interferir con la absorción de hierro y otros minerales. El responsable de la toxicidad de esta planta, es la hipericina, se trata de un pigmento heliantrono, de color rojo encarnado y fluorescente, que se encuentra en las manchas negras dispersas en la superficie de las hojas y pétalos florales del vegetal. Este compuesto se encuentra presente en la planta en todo momento y persiste cuando se seca o es henificada.
La hipericina es la responsable de la fototoxicidad. Desde la antigüedad, se han observado trastornos de la piel en animales que habían comido de esta planta. Sólo en casos graves por sobrealimentación, se observaron convulsiones epilépticas, crisis hemolíticas o muerte del animal. Como consecuencia de la fotosensibilización también se observan trastornos hepáticos e ictericia, al tiempo que las partes poco pigmentadas de la piel pueden necrosarse o desprenderse, dando lugar a cicatrices de curación muy lenta. Por otra parte, los animales hembras que comen de esta planta han mostrado una menor secreción láctea. En personas que hayan tomado esta planta y que se expongan al sol posteriormente, se puede presentar una pigmentación discreta de la piel (eritemas) o prurito.
 
 

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