Lugar: La Garganta (Cáceres)
Nombre vulgar: aciano, aciano
menor, aldiza, angelicos, angelina, azulejo, azuleño, azuletes, azulina,
azulines, azulón, azulones, escobilla, farolitos de la Virgen, farolitos de los
campos, flor celeste, flor celeste de sembrados, flor de cielo barbada, flor de
cielo castellana, flor de cielo montañesa, granera, hojera, liebrecilla,
linditas, ojeras, peranzules.
Floración: de mayo a julio.
Crece: campos de cereal incultos,
margen de caminos y cunetas; 0-1800 m.
Distribución: naturalizada, sobre
todo, en la mitad septentrional de la Península Ibérica, y Baleares.
Observaciones: siempre se ha
utilizado popularmente como antibacteriana, fungicida, pectoral, estimulante,
tónico, aperitivo y eupéptico, diurético, colerético-colagogo, antiséptico,
antipirético, antiinflamatorio y astringente suave. Actualmente suele
utilizarse como un corrector organoléptico (agente colorante) y marcador de
tisanas. El principio amargo actúa como aperitivo y eupéptico, los flavonoides
y las sales potásicas tienen propiedades diuréticas. Los pigmentos antociánicos
confieren una acción vitamínica P ya que mejora la microcirculación, aumenta la
resistencia y controla la permeabilidad capilar. También contribuye a la
regeneración de la capa vascular de la retina en el ojo aumentando la agudeza
visual.
El agua de aciano, obtenida por la decocción de sus
flores, se utiliza por su notable efecto anti inflamatorio, aplicada sobre los
ojos. Los lavados oculares con esta agua mejoran eficazmente los picores y la
irritación de los ojos. También dan un aspecto fresco y estirado en los
párpados cargados y sirve para fortalecer, aclarar y conservar la vista.
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