Lugar: paraje La Muela – Sierra de Béjar (Salamanca)
Nombre vulgar: serbal de los
cazadores, serbal silvestre.
Floración: de mayo a julio.
Crece: aislada en los bosques de
hayas, roble, abeto o en las laderas frescas y pedregosas de las montañas, a
menudo entre las mismas rocas, ascendiendo en los Pirineos hasta los 2600 m. de
altitud. Prefiere los terrenos silíceos y suelos algo húmedos; (300) 600-2300
(2600) m.
Distribución: en la Península,
aparece en toda su mitad septentrional y se hace muy rara falta en gran parte de la mitad sur, aunque
al parecer llega hasta Sierra Nevada y La Sagra. No está en las Islas Baleares.
Observaciones: el serbal de los
cazadores recibe este nombre por haberse empleado sus frutos como cebo para
atraer y cazar a los pájaros, que gustan mucho de ellos; por esto recibió el
nombre latino de aucuparia (de aucupor: cazar aves); parece ser que en
su diseminación juegan un papel importante los tordos y el mirlo. La madera de
serbal es blanca o pardo-rosada, de textura fina, compacta y de una gran
dureza, por lo que ha sido muy apreciada para piezas expuestas a un frecuente
roce: puntas de molino, husos, rodillos, etc., así como para pequeñas piezas
torneadas, como mangos de herramientas.
Los frutos tienen propiedades
astringentes (son útiles contra la diarrea), por su riqueza en taninos, y
antiescorbúticos, por su contenido en vitamina C; se usan en forma de
mermelada, jaleas o conservas. No es conveniente comerlos crudos al madurar,
como fruta (son ácidos y ligeramente amargos), pues son ligeramente tóxicos;
contienen al parecer una lactona de olor dulce, aromático (parasorbina), y se
debe evitar sobre todo que los coman los niños. Una vez hervidos para hacer la
jalea, desaparece el problema. Con ellos, previa fermentación, se prepara en
algunas partes de Europa un licor de frutas e incluso un vinagre. Secos se
comieron en épocas de escasez a modo de pan, y se han empleado incluso como
sucedáneo del café. Es planta tintórea menor.
Se cultiva como ornamental.
No hay comentarios:
Publicar un comentario