Lugar: Sierra de
Mágina (Jaén)
Nombre vulgar: abelfa, aberfa, adelfa, adelfes, aderfa, aelfa,
baladre, balandre, berfa, delfa, edelfa, laurel rosa, laurel-rosa, laurel de
jardín, narciso, rosa de berbería o simplemente berbería, rosalaurel, valadre,
yerba mala.
Floración: de abril a octubre.
Crece: en las orillas de ríos y arroyos, así como en las ramblas y
barrancos, frecuentemente asociada a tarayes, tamujos y sauces. Requiere climas
suaves y sin heladas intensas, aunque cultivado aguanta fríos bastante acusados;
0-800 (1200) m.
Distribución: en la Península,
es particularmente frecuente en el sur y Levante, desde el Alentejo en
Portugal hasta la provincia de Tarragona, siempre en el piso inferior.
Observaciones: es una planta
muy venenosa y totalmente desaconsejada para uso particular con acciones
muy fuertes sobre el corazón en dosis pequeñas, por esta razón su uso debe
estar sujeto a control médico.
En España la venta de esta planta al público para usos medicinales,
así como la de sus preparados, está prohibida por razón de su toxicidad, y su
uso y comercialización se restringe a la elaboración de especialidades
farmacéuticas, cepas homeopáticas y a la investigación.
Las flores requieren la visita de insectos para producir semillas; la
polinización se produce por medio de un mecanismo de engaño. La llamativa
corola ejerce una fuerte atracción en los polinizadores desde cierta distancia,
pero las flores no secretan néctar y no ofrecen recompensa a sus visitantes.
Por ello, reciben muy pocas visitas, como suele suceder con las especies cuyas
flores no secretan néctar. Los miedos
hacia mieles contaminadas con néctar tóxico de adelfa son por tanto infundados.
La intoxicación por adelfa es parecida a la intoxicación digitálica,
entre 4-12 horas.
La savia de la adelfa proveniente de raíces o tallos puede causar
irritación o inflamación de la piel (dermatitis), irritaciones oculares graves,
y reacciones alérgicas en general, razón por la cual se requiere el uso de
guantes impermeables protectores al podar la planta o trocearla para su
erradicación.
En zonas rurales se preparaba una loción para uso externo como
parasiticida contra la sarna, utilizando las hojas frescas de adelfa mezcladas
con miel y aplicada como ungüento.
A lo largo de la historia las adelfas se han empleado en múltiples
provechos. Sus tallos se han utilizado en trabajos de cestería, de modo similar
al esparto en la pleita y al mimbre en las mimbreras. La ceniza obtenida de
quemar su madera se empleaba en la fabricación de pólvora. Para combatir la
caspa y la caída del cabello se empleaban sus hojas maceradas. Además, sus
tallos se colocaban entre las siembras de garbanzos, habichuelas y otras
plantas leguminosas para protegerlas de ciertas enfermedades. Se ha utilizado
también el polvo de tallos y hojas para fabricar matarratas. Las flores son
aromáticas, por lo que se utilizan a veces en la fabricación de perfumes. Es
planta tintórea de importancia menor.
A día de hoy, se cultiva como ornamental por las regiones cálidas de
todo el Globo.
Palabras clave: arbusto, flores rosas, vainas, hojas duras, agua.
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