Lugar: Zarza de Granadilla (Cáceres)
Nombre vulgar: membrillero, zamboa, gamboa.
Floración: en primavera, de marzo a mayo. Los membrillos
maduran a fines de septiembre, por San Miguel (“veranillo de los membrillos”).
Crece: cultivada o asilvestrada
en los arroyos, setos, linderos de bosque o bordes de los conductos de agua;
prefiere los suelos ligeros y frescos y un clima suave y cálido.
Distribución: en la Península se
encuentra más o menos frecuente en casi todas las provincias, salvo en las más
frías. En Baleares se menciona de Mallorca e Ibiza.
Observaciones: se multiplica con
facilidad por estaca o acodo. Es una planta decorativa, muy atractiva cuando
florece, que se puede emplear también como ornamental.
Aunque los membrillos crudos son
muy ásperos y dejan acorchada la boca, son muy apreciados para tomar asados, a
la manera de las manzanas, o para fabricar el conocido dulce o carne de
membrillo, del que ya gustaban griegos y romanos, aunque empleando en su
confección miel en lugar de azúcar. El membrillo, especialmente en forma de
jarabe o jalea, se ha usado en la medicina popular para detener la diarrea y
todo tipo de flujos; el mucílago obtenido poniendo en remojo las semillas es un
buen emoliente, usado contra las inflamaciones de los ojos y para suavizar y
ablandar las asperezas de la piel, así como en todo tipo de afecciones
cutáneas. El membrillero se utiliza con frecuencia como patrón para el injerto
de otros frutales de la familia de las rosáceas, y hasta hace poco existía la
costumbre de guardar sus frutos entre la ropa para que comunicara a ésta su agradable
aroma.
Palabras clave: árbol frutal, flores rosas, hojas simples, frutos amarillos.
Palabras clave: árbol frutal, flores rosas, hojas simples, frutos amarillos.
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