sábado, 3 de diciembre de 2016

Alnus glutinosa (L.) Gaertn. (Fam. Betulaceae) - Aliso, alno, umero, ...

Lugar: Cabañas del Castillo – Villuercas (Cáceres)
Nombre vulgar: aliso, alno, umero, omero, vinagrera.
Floración: de febrero hasta abril.
Crece: márgenes de ríos y riberas, fondos de valle, lugares inundados y laderas húmedas; 0-1700 m.
Distribución:  común en la Península, excepto en las provincias más secas.
Observaciones: es adecuado para repoblar en terrenos pobres y encharcados. Es de crecimiento rápido, rebrota bien de cepa y puede vivir como máximo unos 100 años.
                La madera es muy clara al cortar el árbol, pero luego toma una tonalidad rojiza o pardo-anaranjada; es ligera, de grano fino, con anillos de crecimiento bien marcados y no muy dura; toma bien el pulimento y se descompone con facilidad en contacto con el aire, pero sumergida en agua es muy duradera, por lo que se ha empleado para postes y pilotes de las obras hidráulicas y antiguamente para las casas construidas dentro del agua, como en Venecia, donde se empleó madera de aliso.
                En la actualidad, su principal aplicación es en contrachapados y para pequeños usos industriales; mangos de cepillos, juguetería, herramientas, etc. Da uno de los mejores carbones para la fabricación de pólvora. La corteza de aliso es muy rica en taninos y se ha empleado por ello en medicina popular como astringente, en forma de gargarismos, para las inflamaciones de la boca y amígdalas, para endurecer las encías; y, por el mismo motivo, para curtir los cueros. Como febrífuga ha servido de sucedáneo de la quina. Con limadura de hierro se hacía antiguamente una infusión de su corteza que servía a los tintoreros, sombrereros y curtidores para teñir de negro y con ella se han sustituido las agallas para la fabricación de tinta, para lo cual se han empleado también las “piñas”, ricas igualmente en taninos.
                Las hojas recién cogidas se recomiendan para aliviar los pies doloridos, a cuyo efecto se colocan dentro de los zapatos, en contacto directo con la planta del pie; para el reumatismo y la ciática aconseja Quer acostar al enfermo sobre una capa de hojas de aliso calentadas suavemente al horno o al sol, para lo cual se extienden en la cama, se acuesta al enfermo, se coloca otra capa de hojas y una buena manta, actuando el aliso como un excelente sudorífico; en cataplasmas, se han empleado para inhibir la secreción láctea.
 
 
Palabras clave: árbol, hojas simples redondeadas, frutos piñas pequeñas, ribera, río.


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