Lugar: PN
Cazorla, Segura y Las Villas (Jaén)
Nombre vulgar: manzano silvestre, maguillo, maíllo, manzano jabí,
manzano montés, basatia.
Floración: en primavera, generalmente por abril o mayo.
Crece: bosques de caducifolios, bosques mixtos, encinares y pinares
frescos, setos, matorrales, etc.; 0-1800 m.
Distribución: norte de la Península, Sistema Ibérico, Sistema
Central, Sierra de Cazorla, Sierra Nevada y Sierra de la Palma.
Observaciones: se diferencia del manzano cultivado por ser
frecuentemente espinoso, por sus hojas adultas lampiñas por ambas caras por sus manzanas de sabor muy acerbo.
Las razas y variedades de manzano
son innumerables (pasan del millar), ya que ha acompañado al hombre desde
tiempos remotos, antes del comienzo de la historia escrita.
La manzana contiene azúcares
(glucosa, fructosa), ácidos orgánicos (ácido málico, cítrico), pectinas,
vitamina C, etc.; son de las frutas más apreciadas, que se venden en las calles
de los países tropicales como delicia exótica,
y fuente por fermentación de su jugo de la conocida sidra. El residuo de
la fabricación de la sidra se aprovecha para la obtención de pectinas, de uso
industrial en alimentación (como estabilizador y emulsivo), industrias textiles
y farmacia (para corregir desarreglos intestinales, como hemostático, emulsivo,
etc.).
La manzana se ha empleado también
en medicina popular como laxante suave, en cocimiento o jarabe. Por las
pectinas, tiene una acción reguladora del tránsito intestinal, actúa como
laxante suave y protege las mucosas. La pasta de manzana, en uso externo, sirve
como vulnerario (contra los golpes).
La madera es pardo-rosada, de
textura fina y uniforme, parecida a la del peral, pero de menor calidad; se
emplea para fabricar herramientas de carpintero, pequeños objetos torneados y
para tallar.
Palabras clave: árbol, manzana, frutal, hojas redondeadas,
aserradas.
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